El camino recorrido hasta el momento
14 septiembre, 2005
Por fin: el encuentro
Es increíble cómo una persona puede estar perdida en su mundo interior, o mejor dicho, perdida en la búsqueda de su mundo interior. En mi caso, mi YO interior ha ido creciendo a la vez que mi persona: cuerpo y mente han evolucionado de la mano. Y desde que tengo recuerdo, he aplicado a la vida unos valores propios adquiridos a medida que iba conociendo el mundo que me rodea. Pero parece ser que esto no es algo innato en todas las personas. Nuestra mente puede jugarnos malas pasadas. El cerebro es un músculo como otro cualquiera, que debemos entrenar y potenciar para no verlo languidecer. Sin este trabajo constante podemos caer en la oscuridad más absoluta, al darnos cuenta un día de que no nos conocemos a nosotros mismos.
Este ha sido el caso de una persona allegada. Teniendo todo lo necesario (en mi opinión, bastante más de lo necesario, quizá sea ese el problema), cayó en la cuenta de que no tenía integridad, se sentía simplemente un imitador de las actitudes y opiniones de la gente de su entorno, sin unos valores creados por y para él mismo. Así, a una edad bastante tardía (aunque todos sabemos: más vale tarde...), ha tenido que enfrentarse a su propia construcción. Ha tenido que crearse a él mismo desde el principio, asentando sus propias "bases naturales" y aprendiendo a discernir entre sus axiomas y los adquiridos por imitación.
Hoy puede afirmar que lo ha conseguido. No ha sido un trabajo fácil ni breve (al menos 3 meses de lucha interior, o quizá más), ha sido necesaria una alta dosis de perseverancia, fuerza de voluntad, y duro trabajo de introspección, pero al final ha salido de esa espiral en la que se hallaba.
Así que enhorabuena. Hay en el mundo una persona nueva que realmente se ha hecho a sí misma. Un ejemplo a seguir por todos aquellos que siguen abrumados ante la visión de su mundo y ante ellos mismos.
Posted by aenea @
5:31 p. m.